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domingo, 21 de septiembre de 2014

Un Mini album paso a paso


Aunque el otro día ya hice una entrada, para participar en el desafio de Up&Scrap, no estaba muy contenta con ella. Me quise presentar corriendo creyendo que no me daba tiempo. Pero, como parece que sí, aquí vengo con un tutorial (el primero, ser buenas!!) para  participar en la “elección de Lady Bug”.

Además, el reto de Locas por el scrap de este mes era un mini album sobre nuestro verano. Y como no tengo fotos suficientes de este, opte por hacerlo sobre un verano que fue muy especial y que todavía no había escrapeado.

Ha sido todo un desafío porque la máquina de coser y yo no somos muy amigas. Desde que me la compré solo había practicado en papeles sueltos, me daba miedo estropear un proyecto. Pero, me encanta el efecto que da la costura sobre el papel. Así que, me decidí a probarlo y espero que, al ver este proyecto, alguien más se anime también.

Para este mini álbum , no hacen falta muchos materiales:
  • 9 fotos de 10x15
  • 4 hojas de papel decorado de 20x20 cm.
  • 1 hoja de papel kraft
  • 1 trozo de tela y otro de lino canvas 

Aquí va la receta:

Cortar la tela en rectángulos de 9x14 cm, hasta obtener 8 piezas. Con la plancha las doblamos por la mitad.

El papel decorado lo cortamos a 10 cm, y nos quedarán  8 piezas de 20x10. Cuidado al cortar, si el papel tiene algún dibujo y no quieres que te quede torcido.

Ya lo tenemos todo. Ahora a poner en marcha la máquina de coser. Si alguna tiene dudas de como empezar a usar la máquina (como yo), este chico lo explica fenomenalmente.

Preparamos cada papel con su trozo de tela. Y empezamos a coser por la parte de atrás (en mi caso, al ser de 1 cara, por la parte no decorada). Intentaremos rodear los bordes del papel y la tela. (A mi está claro que me costaba llegar al borde :)). En este proyecto, me conformaba con que los papeles quedaran unidos, aunque la costura fuera desigual. (la que no se conforma, porque no quiere).
Para que no se nos mueva tanto la tela, podemos poner un poco de cinta de doble cara para fijarla al papel en el centro. Atención al coser de desplegar la tela para no coserla por la trasera.

Una vez que tenemos cosidos todos los papeles, nos ponemos el lado decorado mirando a nosotras y doblamos la tela por debajo haciendo  un fuelle.

Es el momento de pensar que orden queremos que tengan nuestras páginas en el mini album.Y, una vez decidido y puestas en orden, vamos asegurando con un poco de cinta doble cara los fuelles, pegando la tela a la parte decorada.  

Ya podemos volver a coser. Yo me aseguré los papeles con clips para que se mantuvieran rectos.  He aprendido que es mejor coser un poco más despacio y mantener tirante la tela al pasar por la máquina.

Para el lomo, elegí una tela de lino canvas y sobre ella cosí un dibujo “libre” que querían parecer hojas. Está cortado a 11x15 cm.

Para la portada y trasera, opté por cartulina craft, cortada a 20,5 x 11 para que cubriera las páginas del mini y poder tapar “un poco” las irregularidades. Con la portada, hago lo mismo que con el resto de las páginas, cosiéndole un trozo de tela y uniéndola al cuerpo del mini del mismo modo. Con la trasera, solo habrá que coserla al trozo de tela que nos sobra detrás.



Para unir el lomo, utilice cinta de doble cara pegándo primero la trasera y trayéndolo hacia delante con cuidado de que todo el álbum se peque recto.
Antes de pegarlo, le puse un brad grande como adorno.

Y ya tenemos la estructura. Solo queda decorarlo.

Yo lo he dedicado a nuestras primeras vacaciones en Barruera. La peque era un trasto y, todo eran primeras veces que compartiamos juntos.

Para la decoración de los fondos, he utilizado, sellos, mascaras, tintas de spray,tarjetas de Project Life y algunas pegatinas.


Y esto es todo. Si tenéis alguna duda, podéis preguntarme en los comentarios. Espero que os haya gustado

viernes, 19 de septiembre de 2014

Family Love


Este verano, la agenda del Doc Field era super interesante. En este momento en el que esta tan de moda la fotografía de lo “bonitísimo”, de lo perfecto, me siento un bicho raro porque a mí me encanta la fotografía documental, realista. Me mueve algo por dentro, me hace cuestionarme a mí misma. A través de la fotografía, poder conocer las realidades de mi mundo más cercano (o lejano) reflejada tal cual es, o descubrir otros universos que muchas veces están escondidos, entender otras formas de vida distintas a la mía.
Muchas veces, voy a exposiciones con la peque y nos sirve para hablar de muchísimas cosas, plantearnos lo que vemos o entendemos. Se nos quedan mirando porque no suele haber muchos niños. Intento ir a horas que no hay mucha gente para no molestar porque hablamos, señalamos. A ella cada vez le gusta más y lo pasamos pipa.

Pero, Family Love, no me sentí preparada. Me hubiese gustado poder compartirla con ella y hablar de muchas cosas, pero me dio miedo el impacto emocional que podía tener. Conocí el trabajo de Darcy Padilla por internet, había llorado viendo sus imágenes y leyendo la historia de Julie y su familia. Asi que, en cuanto la peque se fue a Zaragoza, convencí a Pep para que me acompañara. Suerte que conocíamos el proyecto, porque la exposición está planteada de una forma un poco confusa. Pero, la fuerza de las imágenes te hacen olvidar todo lo demás.

El Projecto Julie refleja una realidad de Estados Unidos, pero que bien podía ser de nuestro pais. Una chica joven, víctima de abusos desde pequeña, que a los diecinueve es madre. Es desde ese momento cuando Darcy empieza a fotografiar su dura cotidianidad durante 21 años.  Hogares sucios y sin los servicios mínimos, relaciones tóxicas,  malos tratos, drogas y, al final, VIH. Con cada una de sus parejas tiene hijos que Servicios Sociales le van retirando, aunque ella nunca pierde la esperanza de quedarse con ellos o recuperarlos.
Al final, la fotógrafa encontró a su primera hija que, tras ver la serie dijo” Creía que no nos quería”. Ahora, al conocer la historia de su madre ya no se sentía abandonada, ni inútil.
                     
Realmente me toco muy adentro. Como madre adoptante,  no puedo dejar de pensar que la madre biológica de mi hija podría tener esas condiciones de vida. Me hace plantearme lo que los servicios Sociales pueden hacer por ayudar a estas familias. Me duelen los sentimientos de nuestros hijos hacia su historia.

Por ello, necesitaba dedicarle una página en mi Project Life del mes de julio. Para ello, elegí una de las primeras fotos de la serie: ella con su hija en su regazo. No podía poner muchos adornos, porque la realidad y la exposición son duras, sin florituras. Solo, a través de las flechas, le indico a Leyre que detrás hay más escrito, pero solo para ella. Mis sentimientos que solo comparto con ella. Así puedo incluirla en el álbum fuera de miradas extrañas.
Si queréis verlo, este fin de semana es el último en que está expuesta en el  Centro Artes Santa Mónica. También se puede conocer el proyecto en la página de Darcy Padilla .Un resumen magnífico del trabajo en castellano aquí.


Yo lo recomendaría a todos los padres adoptantes que tienes problemas para empatizar con la madre biológica. A todos los demás, porque toda la serie de fotos en blanco y negro, aún denunciando una situación extrema, tienen una belleza salvaje.
Las fotos las he tomado de su pagina web 

miércoles, 10 de septiembre de 2014

One photo and twenty words

Descubrí antes del verano, el reto mensual propuesto por Abi  "Una foto, veinte palabras". Me parece una buena idea para recordar esos momentos especiales que ocurren cada día y que a veces, se me escapan.

I found out, before the summer, the MEME proposed by Abi "One photo, twenty words." I really wanted to join.





























"Hoy Nancy cumple cuadro años. ¿Le hacemos un pastel bonito?" 
Y, por un momento, me volví a sentir una niña. (01/09/2014)

"Today is the birthday of Nancy. Would make a nice cake?"
And for a moment, I felt again a girl.


domingo, 7 de septiembre de 2014

Pura felicidad

Después de este verano llenito de actividad, creo que va siendo hora de ponernos en marcha.  Hacer listas de propósitos para el nuevo curso, volver a recuperar las rutinas que nos trae el otoño, … Y volver a conectarme internet y poder ver todas las novedades de las compañeras. (ha sido un verano sin ordenador, ni teléfonos). Solo nosotros tres y todo el tiempo por delante.

Y, así es como me enteré que Up&Scrap había abierto el plazo para elegir a sus “Lady Bug”. Y aunque no soy muy de DT, ni esas cosas, me hizo ilusión poder colaborar con ellos. Parece que fue ayer (como ha pasado tanto tiempo??) estaban celebrando el primer año de la tienda y para celebrarlo hice esta página. Y este año ha sido nombrada mejor e-commerce del año en los premios Aragón en la red. Y es que ese es otro de los puntos: están en Zaragoza y me siento orgullosa de que una empresa de mi tierra lo haga tan bien. Como usuaria de la tienda, puedo asegurar que los precios son competitivos y funcionan a las mil maravillas. Por todo eso, he decidido presentarme.

En estos días hasta que empieza el cole, Leyre y yo tenemos mucho tiempo para hacer manualidades. Así surgió esta página. Estuvimos viendo el maravilloso video de Alisa Burke utilizando las acuarelas. Hicimos un montón de pruebas, mojando el papel, dejando caer gotas, aplicándolo sobre el plástico de envolver y pegándolo al papel. Y así pasamos la mañana.
Cuando me fui a hacer la comida, Leyre se quedó “recogiendo” el material. Y vino toda orgullosa a la cocina con su hoja. “Mami, te regalo este paisaje. Son las montañas del Mirador, con el campo, las flores y las petjades”.  Me gustó tanto, que quería conservarla en el álbum.

Busque una foto que me encanta de esa excursión: su papi y ella compartiendo confidencias mirando a la montaña.
Con las Color Shine hice algunas salpicaduras, estampe mi sello preferido de Tim Holtz en un papel decorado, añadí la rama de Metaliks y algunos adornos de madera y enamels. La etiqueta para saber la fecha de la foto y ya solo faltaba el título: un precortado que guardaba desde hacía tiempo y que me pareció que describía perfectamente lo que siento estando allí mirándolos, pura felicidad!!.

Como la hoja de acuarela era más pequeña que mi funda A4, la pegue sobre una cartulina craft, dejando la parte de arriba para que me sirviera de bolsillo. No quería escribir el journaling en la hoja, ya que no tenía relación con la foto. Asi que, cuando tiras del tag, sale el “mensaje escondido” en el que le explico lo orgullosa que estoy de lo bien que ha pintado “el cuadro”, lo que me gustan sus regalos y lo que la quiero.

Una página realmente sencilla, pero que ahora cuelga de la pared de mi hija porque le gusta sacar el “mensaje” y leerlo de vez en cuando. 

miércoles, 7 de mayo de 2014

Project Life: San Valentín 2013

Como parece que este año el Project Life lo voy llevando casi al día, me he animado a ir acabando semanas que me faltan del año pasado. Me cuesta tanto hacerlo por semanas de dos hojas. Pero, se que lo conseguiré!!. 
Me ayuda el intentar participar en el reto de YOY Scrap, que dan un montón de buenas ideas para ir completándolo.


Me gusta mantenerla sencilla, tampoco tengo muchas fotos (no salgo en ninguna,... que raro!), aunque si muchas notas de lo que ocurrió esa semana, por lo que solo tengo que copiar los apuntes en las tarjetas sin tener que pensar mucho.
Utilizo tarjetas de project que he ido encontrando por internet, recupero un sobre del cole para esconder un escrito sobre mis sentimientos en ese momento respecto a la pérdida de mi mami, y las tarjetas de San Valentín que le hicimos a Pep, mientras estaba en Madrid.


El fin de semana celebramos el cumpleaños de Carlos con una calçotada. Como no tengo foto de grupo, nombro a todos los que estábamos y en la otra tarjeta recuerdo todo lo que hicimos, incluidas las 40 piñas que recogieron los peques para regalárselas.

Las fotos son fatales, se nota que no estaba muy animada, pero, al final, se trata de eso, de ir reflejando lo que va a ocurriendo a lo largo del año (y no siempre todo es perfecto).
A por otra semana más!!

lunes, 28 de abril de 2014

Detalles: rincones que hacen hogar




Al entrar a una casa, lleva su tiempo hacerla tuya y poder ir sintiendo que se convierte en tu hogar, en ese lugar al que quieres volver y donde te sientes bien. Mis rincones favoritos van cambiando a medida que la vamos viviendo.

En un principio, fue la terraza. Después de no tener apenas un balcón que daba a un patio interior, estar en la terraza me hacía sentir libre. Lo llenamos de flores y plantas, pasaba horas tiradas en la hamaca leyendo y aprendía del vuelo de las golondrinas y las gaviotas. Con la llegada de la peque, retiramos muchas plantas, y se llenó de juguetes y pinturas, pero sobre todo de risas y momentos compartidos con amigos.

Pero nunca pensé que una ventana sería, durante mucho tiempo, mi rincón preferido. Desde ella puedo ver el cole de la peque. Durante su primer año en él, mi vida giraba en torno al horario de sus recreos. Me preocupaba si había salido sin abrigo o sonreía al verla correr con sus amigos. Desde allí, la he visto ensayar bailes, jugar, crecer, y desde ella, ahora le digo adiós cada día (ya no me deja acompañarla al cole, solo desde la ventana).

A medida que ha ido creciendo, crecen sus ganas de participar en las tareas de casa. Nos encanta compartir momentos en la cocina, preparando el pan, las magdalenas de la merienda o simplemente hacer la comida mientras comentamos como nos ha ido el día.

Mi rincón más querido es esa cama chiquita, a donde no puedo dejar de volver, para verte por las mañanas cuando aún estas dormida, para darte otro beso más de buenas noches, donde jugamos, nos reímos, te medimos. En ella hemos compartido tantos dulces momentos y es la que guarda esos secretos que solo se cuentan con la intimidad de la noche.

Sin embargo, el lugar en el que más tiempo paso es en mi propia scraproom, la habitación en la que guardo todos mis papeles, washi, sellos y fotos. Donde me puedo sentar a empezar un proyecto y dejarlo así durante días sin que moleste, sin tener que recogerlo corriendo. Y donde os encanta sentaros a mi lado, a hablar, a planear excursiones y donde me dejáis regalitos para que al sentarme los descubra.

Son esos pequeños rincones los que hacen que esta casa sea nuestro hogar, muy familiar; no son los muebles, ni las cosas, sino lo que sentimos en ella lo que nos hace disfrutar.

Con esta entrada, participo por primera vez, en la iniciativa de Gretelain. Ella nos propone cada mes un tema para conocernos un poquito mejor. ¿Ya sabes cuales son tus rincones favoritos?

Y también en el reto de FSN que para este mes proponían hacer una página sobre tus favoritos. Y estos son mis rincones favoritos que me hacen "Happy, hapyy".

jueves, 24 de abril de 2014

Aprendiendo con la yaya

Haciendo limpieza de armarios, apareció uno de esos trocitos de memoria que guarde hace mucho tiempo como una de tus "obras de arte". Antes los guardaba en una caja de recuerdos, pero al abrirla solo yo sabía la historia. Con el scrap, puedo reflejar la historia que la envuelve, y así guardarlo todo junto: imágenes, historia y "reliquia".

La yaya estaba ya muy malita, pero cuando dijiste que querías aprender a hacer punto, se puso manos a la obra. Era tarde, habíamos estado jugando a los disfraces y aún llevabas restos de pintura (mira que te gusta pintarte). 
Subí a la terraza a buscar una madeja de lana que compre hace mucho tiempo para el scrap (vamos esas cosas que nunca se para que servirán, pero por si acaso...). Y como no teníamos agujas, os arreglasteis con unos palillos del japones de nuestro cumple que había guardado para escrapear (socorrido síndrome de Diogenes). Y, chino chano, te enseñó a hacer punto como había hecho conmigo cuando era pequeña.
Detrás de la foto, hay un desplegable en el que he puesto las demás fotos del proceso de aprendizaje, en las que se siente la relación tan especial que teníais la yaya y tú, en la que te explico mis sentimientos al veros.

Aún nos duele y la echamos mucho de menos, pero esta página también nos ha servido para hablar de ella y recordarla con alegría, hablando de las cosas que hacíamos. Realmente, el scrap es terapéutico, cura heridas y te deja una sonrisa en el corazón.

martes, 1 de abril de 2014

Sintiendo que "Hoy es Primavera"


Ayer estuve en el estreno de "Hoy es Primavera" de Álvaro Sanz y Nina da Lua. Tenía muchísimas ganas de asistir, ya que este documental  tenía dos incentivos muy especiales.
Por un lado, hacía tiempo que seguía el trabajo de Álvaro como fotógrafo, y tenía ganas de experimentar por mí misma lo que me provocaba. Tener la posibilidad de apreciar en directo su trabajo era un regalo.
Por el otro, desde que conocí el proyecto colaborativo con Nina, inevitablemente sentí una punzada en el corazón. No la conocía pero su experiencia vital me acercaba mucho a ella y quería saber cómo lo reflejaría. Solo ver el tráiler me cautivó su poesía.

Cuando por fin empezó la proyección, recuerdo que cruce mi mano con Pep, tenía miedo de mis propios sentimientos. Pero, los minutos fueron transcurriendo y la belleza de las imágenes unidas a la dulzura de la voz de Nina me abrazaron y me fueron llevando por ese viaje iniciático, sin que tuviera que derramar lágrimas. Me emocioné, se me humedecieron los ojos, sentí su dolor al andar por la arena y las piedras, al caer y volverse a levantar, pero también la alegría de saberse viva, de su poder de transformación de su propia realidad y me sentí feliz en su paseo por el bosque.
En el coloquio posterior, pudimos conocer un poco más, detalles sobre el rodaje, las razones de esas localizaciones, los mejores y más duros momentos, como el mecenazgo puede ayudar a llevar adelante un proyecto. Y descubrir porqué Alvaro cautiva con su discurso.

Ojalá hubiese habido más preguntas. Yo todavía estaba en estado de shock, emborrachada de lo salvaje de aquellos paisajes, del agua fría que a veces sentía que me ahogaba, del calor de la taza de té mientras cantaba, con las metáforas tan bellas sobre la enfermedad resonando en mi cabeza.

No es un documental sobre el cáncer, o quizás sí. No pude evitar pensar que ojalá mi madre hubiera podido estar allí porque seguro que hubiese participado en el coloquio.
Hay mucho de ella reflejado en esas imágenes. Ella también decidió vivir, y ni las sesiones de radio, ni los nueve años de quimio las asumió como un ataque a su cuerpo, sino como la medicina que le permitía seguir adelante. Las consecuencias del tumor en su cadera y las dificultades para andar que trajeron no impidieron que siguiera disfrutando del mar, y aunque el agua le golpeara con fuerza, si caía se volvía a levantar con más ganas. Y aunque cada persona hace su propio viaje, siento que todos nos poddemos sentir reflejados en él. 
"Hoy es primavera” es un mensaje de esperanza para tantas personas que están en ese camino, y también para todos los que los acompañamos  y que, como su hijo, nos sentimos orgullosos de ellos.

PD: Podría haber escribir que es un documental precioso, poético, rodado con el corazón y las entrañas, en el que sin saber el autor puedes reconocer el trabajo de Álvaro Sanz, la dirección de Mónica Bedmar en cada detalle, con una música que te acompaña cuando ha dejado de sonar, en el que agradeces que alguien se desnude ante ti sin tapujos. Pero, seguro que lo harán otros.  Me ha tocado el corazón y necesitaba escribir lo que yo he sentido.

Ah!! Y sí, Álvaro es tal y como lo había imaginado.

sábado, 1 de marzo de 2014

Aprendemos: emociones, tantas emociones


Esas emociones que, a veces, son tan fuertes, que nos hacen llorar, que nos hacen comportarnos de modo que luego tenemos que pedir perdón por el daño que hacemos.  Esas sensaciones que nos sobrepasan y nos hacen meternos en líos, o nos hacen encerrarnos en nosotras mismas y sentir que el mundo es malo.
 
Cada vez, las vamos conociendo más, aunque casi siempre las identificamos un poco tarde.   Nosotras que tenemos nuestro genio, que somos sensibles a los estímulos ajenos, decidimos que teníamos que buscar” estrategias de guerra para atacar a los genios malos”.
Hemos creado un álbum con las fotos que fuimos eligiendo, para representar esas emociones que nos gustan más o menos,  pero que todos sentimos en algún momento. 


Les hemos hecho una ficha, así me siento: cuando estoy triste, cuando estoy contento.  A veces sentimos lo mismo, otras cada una a su manera. Y por la parte de atrás, hemos buscado ayudas a las que agarrarnos, cuando nos hacen daño: cuando estoy muy enfadada, respiraré muy fuerte, o pediré que por favor me dejen de decir eso.  Solo de pensarlo, ya nos vamos encontrando. Si estoy triste, podría escuchar esa música que me gusta tanto.
Ahora, cuando lo miramos juntas, tenemos algo que compartimos. No solo como lo hemos realizado, sino que nos une el conocernos más, el saber cómo ayudarnos. Y sobre todo, el entender  que, sintamos lo que sintamos, todo estará Ok y tú estarás a mi lado. 

jueves, 20 de febrero de 2014

Otra vez ... el disfraz de Carnaval

A mi madre le encantaba disfrazarse. Cuanto disfrutaba contándome las fiestas que hacían y como siempre le gustaba ir original. Mirando las fotos, la temática no ha cambiado tanto: vaqueros, romanos, vikingos, la bruja. Ella era el espantapájaros del Mago de Oz. No puede ser más sencillo: camisa de hombre XXL, paja saliendo de las mangas, en la cabeza una cesta de mimbre y un bastón con latas colgando.
En cambio, a mí no me gustaba nada (y aún me cuesta, para que voy a negarlo). ¡Me daba tanta vergüenza!. El único recuerdo que tengo es el disfraz de japonesa que me hizo mi abuela. Pero claro, ella cosía de maravilla y con unos retales y mucha gracia me hizo un vestido precioso, con un montón de flores bordadas en la espalda, un cinturón de papel pinocho, las sandalias forradas del mismo papel y en la cabeza un moño de esos falsos que tenía mi madre. Y lo mejor, es que gané el concurso de disfraces de la urbanización y tuve que salir a buscar el premio. Creo que es por eso que ya no me volví a disfrazar más.

Ahora en mi casa, lo de disfrazarse es cosa de todo el año. Tenemos un cajón especial en la habitación de la peque, que es la delicia de sus amigas cuando vienen a jugar. Tienen un poco de todo: disfraces comprados, pero también telas sueltas, cinturones “vintage”, gafas de los 70, toda la bisutería que hemos acumulado, y sobre todo, pinturas(pero, como les gusta pintarse). Sé que, en algún momento de la tarde, aparecerán por el pasillo, perros, piratas, princesas y músicos salidos de algún país lejano.

En el 2012, siguiendo la estela de la abuela Juliana, mi tía le hizo a la peque para el Carnaval del cole, un disfraz impresionante en un pis pas. El tema eran las Olimpiadas del 92 y para nosotras, uno de los símbolos más especiales fue Cobi. En Servei Estacion encontramos la tela ideal y, siguiendo el modelo que nos había hecho "nuestra diseñadora favorita", fuimos con nuestro estilo "prueba, clava agujas, cose, descose" añadiéndole algún detalle. Estaba tan graciosa.


Y como por la noche, teníamos una fiesta de disfraces, (y soy de las que me encanta tenerlo todo planificado, ejem), llenamos el estudio de globos, relleno de almohadas (aquí no se tira nada), cartones, mucho celo y pinturas, y en un día hicimos el disfraz de la Nube y el Rayo. Se nota que yo no se coser, no?. Claro, para el mío, ya no me daba tiempo, así que iba de "la mujer a la que le cae un rayo" con ropa chamuscada y un paraguas roto.
Encontré la idea en Oh Happy Day,una de esos blogs en los que puedes perderte durante días y con ideas totalmente realizables. Yo tengo pendiente el disfraz de caracol, que me encanta!

Este año, el tema en el cole son "las épocas históricas" y me hace especial ilusión porque (aunque es secreto, pss!!) la peque va a ir de Mosquetera, con un disfraz que hizo mi abuela hace ya más de 30 años con ... la funda de la televisión (aquello si que era reciclaje).


Y, es que ya se sabe lo importante es ... la ACTITUD!!
Y tú. ¿Ya sabes de que vas a disfrazarte? 

lunes, 17 de febrero de 2014

De Mi Terraza a La Terrasseta



Y ¿por dónde empiezo?  Después de casi  cuatro años sin dar señales de vida, me da un poco de vergüenza, pero en algún momento tenía que ser.

Creo que debo una explicación. Como algunas sabéis, poco después de mi último post, fuí mamá y mi vida dio un vuelco. Todo era nuevo e increíble. No me daban las horas del día. Me llegue a quedar afónica de cantar, tuve agujetas hasta en músculos que no sabía que existían y caía en la cama cuando acababa Dora, la exploradora. Aunque resulte increíble, el primer mini que le hice fue digital y a toda prisa. Como su habitación la tuvimos que montar en un fin de semana, empaqueté todo el material de scrap y lo subí a la terraza. De vez en cuando rescataba algún sello y tintas para jugar con ella. Creo que, en ese momento, también subí el tiempo para mí. No es un reproche, simplemente, me deje llevar por lo que quería vivir en ese momento y he sido feliz.

Hace un año perdí a mi madre, mi compañera de scrap y de vida.  Ha sido duro, muy duro, y aún, a veces, creo que no lo tengo del todo superado.  Hemos tenido que acostumbrarnos a vivir con su recuerdo. ¡La echamos tanto de menos!!

Y al recuperar de nuevo tiempo para mí, me ha vuelto a picar el gusanillo del blog, del scrap y de compartir ese espacio, que un día fue Mi terraza al mundo y que ahora es La terrasseta, donde todo tiene cabida. La tengo muy abandonada, pero sé que pronto volverá a estar llena de vida.

PD: Post dedicado a ti, por estar siempre a mi lado, en todas mis aventuras, empujándome con tiernas palabras y porque me haces sentir la más maravillosa del mundo. Te quiero!


PD2: Y a todas las "frikis" que este domingo, con su ilusión y ganas, me dieron el empujón necesario para lanzarme a la piscina. Estoy deseando nadar con vosotras.

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